viernes, 12 de diciembre de 2008

Una furtiva lacrima

¿Conocéis algún animal, además del hombre, que llore? Yo he invertido 10 segundos en pensarlo y no se me ocurre ninguno que no sea de la factoría Disney, así que he añadido las lágrimas al conjunto de cosas que nos hace ser maravillosos, especiales, mágicos, humanos en definitiva.

Siempre he disfrutado mucho llorando, tanto con películas de Meg Ryan como por empatía al ver a alguien hacerlo, sintiéndome mal incluso por lo bien que me sentía después de que líquidos salados recorrieran mis mejillas. Será el punto masoquista que todos tenemos, ¿no?

Hace tres días una amiga/lectora (sí, a-m-i-g-a) me provocó uno de estos momentos de disfrute tras las lágrimas, y desde entonces, soy una persona mejor. Gracias, y que vengan muchos más.

Leed esto porque contiene una bonita historia y un link a la romanza que da título a la entrada.

1 comentario:

ecgeson dijo...

Lo de Meg Ryan completamente revisable. Dale una vuelta a eso.